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UNA PORCIÓN DE EXTREMADURA - ZAFRA

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jueves, 20 de noviembre de 2014

CURRUCA CABECINEGRA MACHO

Ahora toca lo prometido, ahora toca la Curruca Cabecinegra Macho. Mismo sitio, diferentes posaderos, pues son de diferentes sesiones, pero en el comedero bebedero LOS500mm, ya veremos lo que nos dura.

SYLVIA MELANOCEPHALA
Los machos presentan la cabeza negra desde el pico y por debajo de los ojos que va en contraste con el color blanco de la garganta y parte inferior de los carrillos. El lomo es gris tirando a oscuro, de tal forma que la espalda y dorso de las alas pueden describirse con un tono gris pizarra o ceniza oscuro, con un ligerísimo tinte parduzco que podremos comprobar únicamente si sujetamos a esta curruca entre nuestras manos ya que es inapreciable cuando está posado o en vuelo. El pecho y el vientre son de color blanco. Los lados del pecho y los flancos son grises. La cola es muy oscura, prácticamente negra, con rayado gris y destacando mucho el blanco de la pareja exterior de rectrices. Las plumas primarias y secundarias de las alas son pardo negruzcas.

Matorrales mediterráneos espesos, con frecuencia presente en espinos, alcornocales, lentiscos, palmitos, sabinares, carrascales, o pinares, pero siempre con sotobosque. También ocupa jardines y arboledas o grupos de árboles cercanos a viviendas, ya sean decorativos o cultivados. Es común en zonas de zarzales y malezas, huertos, riberas de cursos fluviales, frutales de secano, e incluso zonas del área suburbana. Se mueven entre arbustos y malezas a baja altura donde gustan vivir y husmear, pero también pueden observarse en árboles. Pocas veces se la puede ver volar grandes distancias y más a menudo pasa el tiempo desplazándose entre las ramas bajas de matojos y arbustos, incesante en su atareada vida. Cría en arbustos altos, en terrenos arbolados abiertos con densas espesuras, aunque locamente también lo hace en vegetación que apenas llega a la cintura. Anida en arbustos, generalmente a bastante poca altura.

Se alimenta fundamentalmente de insectos, sintiendo predilección por orthopteras, hemipteras y larvas de lepidopteras, aunque también ingiere arañas, entre otros. Pero además, le gusta a la curruca cabecinegra diferentes tipos de frutas, como pueden ser los higos, las uvas, los distintos frutos silvestres que encuentra en su camino, o por ejemplo las semillas de gramíneas.














JUAN MANUEL FLORES

domingo, 16 de noviembre de 2014

CURRUCA CABECINEGRA HEMBRA

Unas salidas al chajurdo LOS500mm, al comedero bebedero fijo que tenemos 4 compañeros y amigos de fotografía, compañeros de fatigas jejejejejeje, no siempre se viene uno con alguna fotografía que merezca la pena pero SI, con unas sonrisas, conversaciones, ideas compartidas o no, pero siempre de agrado, sin enfados, amistad que es lo bonito, y de paso a ser posible después de la sesión, con una buena copita de vino o una cervecita fresquita y un buen aperitivo.

En este caso os dejo esta sesión de una Curruca Cabecinegra Hembra, de varias sesiones, ya que no siempre aparece o no le da la gana de entrar al posadero.

SYLVIA MELANOCEPHALA
Las hembras ostentan un plumaje mucho más apagado o descolorido con respecto del macho. Prácticamente la cabeza posee el mismo color pardo grisáceo que el resto de las partes superiores sin llegar a producir la impresión de encapuchado que presenta el macho. La garganta y el vientre son blancos. Las rectrices exteriores de la cola son más grisáceas pero claritas, casi blancas. Mide unos 13 cm de longitud.
Matorrales mediterráneos espesos, con frecuencia presente en espinos, alcornocales, lentiscos, palmitos, sabinares, carrascales, o pinares, pero siempre con sotobosque. También ocupa jardines y arboledas o grupos de árboles cercanos a viviendas, ya sean decorativos o cultivados. Es común en zonas de zarzales y malezas, huertos, riberas de cursos fluviales, frutales de secano, e incluso zonas del área suburbana. Se mueven entre arbustos y malezas a baja altura donde gustan vivir y husmear, pero también pueden observarse en árboles. Pocas veces se la puede ver volar grandes distancias y más a menudo pasa el tiempo desplazándose entre las ramas bajas de matojos y arbustos, incesante en su atareada vida. Cría en arbustos altos, en terrenos arbolados abiertos con densas espesuras, aunque locamente también lo hace en vegetación que apenas llega a la cintura. Anida en arbustos, generalmente a bastante poca altura.












JUAN MANUEL FLORES

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